La rama surcoreana de Humane Society International (HSI), que colaboró en la redacción de la propuesta legislativa, dio la bienvenida a su aprobación parlamentaria y la calificó de “histórica”, en un comunicado.
La directora ejecutiva de HSI Corea, Chae Jung-ah, afirmó que la medida materializa “un punto de inflexión” en la sociedad surcoreana, en la que “la mayoría de ciudadanos rechaza comer perros y quiere ver ese sufrimiento relegado a los libros de historia”.
La organización también urge al Gobierno a usar la moratoria de dos años hasta la entrada en vigor de la prohibición para “trabajar con grupos de defensa de los animales para rescatar a tantos perros como sea posible”.
Según datos de HSI, hasta un millón de perros son cada año criados y sacrificados en Corea del Sur para el consumo humano.
Al mismo tiempo, la demanda de este tipo de carne se encuentra en “mínimos históricos”, con cerca de 6 millones de perros viviendo en hogares surcoreanos y 57 por ciento de la población que apoya la prohibición, señala la ONG.
Con el veto a la venta de carne de perro, Corea del Sur se une a otros países y territorios de Asia que han tomado medidas similares, entre ellos Hong Kong, Taiwán, Filipinas, India, Tailandia, Singapur, varias ciudades de China y diversas provincias de Camboya e Indonesia.
Humane Society International señala no obstante que el grado de aplicación de la prohibición “difiere en varios grados” entre estos territorios.