La ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña Hernández, expresó su preocupación ante la reforma al Poder Judicial de la Federación, calificándola como un cambio sin precedentes que ha generado una “enorme incertidumbre” tanto para los operadores de justicia como para la sociedad en general. Según Piña, la reforma fue elaborada “sin diagnóstico”, lo que la convierte en una medida improvisada, y uno de sus puntos más controvertidos es la eliminación de la carrera judicial, un modelo que la ministra considera esencial para la autonomía y profesionalismo del sistema judicial.
Reforma sin diagnóstico y riesgo de politización del Poder Judicial
Durante la inauguración de la XIX Asamblea General Ordinaria de la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia, Piña subrayó que el principal reto de esta reforma es la falta de claridad sobre su impacto, tanto en el sistema judicial como en la sociedad. Destacó que México enfrenta un escenario único a nivel mundial, y los efectos reales de la reforma solo podrán evaluarse con el tiempo y mediante su implementación. A pesar de la necesidad de una reforma, la ministra advirtió que esta no debe basarse en “salidas fáciles” ni improvisaciones, especialmente dada la complejidad del contexto mexicano.
Uno de los puntos más criticados por Piña es la eliminación de la carrera judicial, una medida que, según su perspectiva, no mejora la impartición de justicia, sino que podría politizar el sistema judicial, poniendo en riesgo su autonomía, que es fundamental para la democracia. Piña citó las palabras del exministro y expresidente de la SCJN, Juan Silva Meza, quien calificó la reforma como un intento de “desmembramiento constitucional” que busca subordinar al Poder Judicial al poder político hegemónico, en lugar de abordar los problemas reales de la Judicatura.
Defensa de la reforma por parte de Claudia Sheinbaum
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, defendió los cambios a la Constitución que permitirán, a partir del 1 de junio de 2025, que los ciudadanos elijan directamente a los ministros de la Suprema Corte, magistrados y jueces. Para Sheinbaum, esta medida representa un avance democrático y coloca a México como “el país más democrático del mundo”. Aseguró que esta reforma es un paso clave para eliminar la corrupción y los privilegios en el sistema judicial.
La presidenta celebró que la SCJN no haya logrado la mayoría de votos para declarar inconstitucional la reforma, lo que permitirá avanzar hacia un sistema en el que, según ella, “el pueblo cuenta”. En su opinión, esta transformación fortalecerá la participación ciudadana y los principios democráticos del país.
La reforma al Poder Judicial continúa siendo un tema de fuerte debate en México, con posturas divididas entre quienes la ven como una medida necesaria para democratizar el sistema judicial y quienes, como la ministra Piña, alertan sobre los riesgos de su implementación apresurada y sin el respaldo de un análisis técnico adecuado. El futuro de esta reforma y su impacto en la independencia del Poder Judicial y en la calidad de la justicia en México seguirá siendo un tema de discusión en los próximos meses.