Abel Tesfaye, conocido mundialmente como The Weeknd está listo para dejar huella más allá de los escenarios. Con el estreno de Hurry Up Tomorrow, el cantante canadiense se despide de su alter ego artístico y da el salto definitivo al mundo del cine. En una entrevista exclusiva para The Fader, el también compositor reveló que este drama psicológico es su proyecto más íntimo y desafiante hasta la fecha.
La cinta, que llegará a pantallas el 16 de mayo, explora una etapa oscura en su vida marcada por episodios de parálisis del sueño, una condición que lo obligó a enfrentar sus temores más profundos. “No hay villanos. Solo esa sensación de estar atrapado entre estar despierto y dormido. Es real, vívido y atemorizante”, expresó el artista. Su relato sobre ver sombras y oír voces mientras está inmóvil en la cama convierte esta película en una experiencia cinematográfica tan personal como inquietante.
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The Weeknd explicó que su preparación como actor fue rigurosa y emocionalmente demandante. “La cámara capta tus pensamientos”, reflexionó. “Sabía que tenía que comprometerme al cien por ciento. No quería decepcionar a nadie, especialmente a Trey”. Se refiere a Trey Edward Shults, el director del filme, quien buscó darle libertad al cantante para habitar el personaje sin interferencias externas.
Lo más sorprendente es cómo el equipo técnico, incluyendo a figuras clave como el fallecido productor Kevin Turen y el cinematógrafo Chayse Irvin, ayudaron a que Abel se sintiera cómodo en este nuevo terreno. “Confié en ellos como familia”, comentó. “Sabía que nadie más podía interpretar este papel porque ya lo había vivido”.
El reparto también cuenta con estrellas como Jenna Ortega y Barry Keoghan, lo que ha elevado las expectativas del público y la crítica. Abel no escatimó en elogios hacia sus compañeros: “Jenna fue una guía constante, paciente y profesional. Ella llevó gran parte del peso de la película y me hizo sentir seguro para actuar desde la verdad”.
En definitiva, Hurry Up Tomorrow no solo marca un nuevo comienzo artístico para The Weeknd, sino que también abre una conversación sobre la salud mental y la vulnerabilidad. Más que un cambio de carrera, es una evolución de identidad. “Me sentí vivo, expuesto y libre”, concluyó. Una declaración que, sin duda, redefine su legado en la cultura pop.