México se ha consolidado como un destino clave para las empresas mineras canadienses, representando tres de cada diez compañías del sector en el país, según la Cámara Minera de México (Camimex). Este posicionamiento ha sido impulsado por la estabilidad que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) brinda al comercio, particularmente hacia Estados Unidos, eliminando barreras arancelarias.
En 2023, el sector minero-metalúrgico generó exportaciones por 19,638 millones de dólares, convirtiéndose en el séptimo mayor generador de divisas del país, con un superávit comercial de 9,025 millones de dólares. Destaca la inversión de 848 millones de dólares de Media Luna, subsidiaria de Torex Gold, que busca extender operaciones en Guerrero hasta 2033.
Sin embargo, recientes declaraciones de ministros canadienses de Ontario y Alberta han puesto en duda la estabilidad de esta relación. Argumentan que México debe adoptar una postura más estricta ante las importaciones chinas, que consideran perjudiciales para su mercado, lo que ha generado incertidumbre política y comercial.
Expertos, como José Ignacio Martínez del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios, señalan que la relación México-Canadá es más competitiva que complementaria, ya que ambos países buscan posicionarse como principales proveedores del mercado estadounidense.
Por su parte, César Salazar, investigador de la UNAM, advierte que una ruptura del T-MEC afectaría la competitividad de las mineras canadienses, encareciendo exportaciones y complicando inversiones futuras. Aunque el gobierno de México no ha otorgado nuevas concesiones mineras, ha mantenido las existentes, asegurando la continuidad de las operaciones canadienses.
De cara a la revisión del T-MEC en 2026, el diálogo será crucial para preservar los beneficios mutuos del tratado. Las tensiones actuales parecen estar motivadas más por intereses políticos que por desacuerdos económicos sustanciales, especialmente en el contexto de las elecciones federales de Canadá en 2025.
La minería, un sector estratégico para América del Norte, dependerá de la cooperación trilateral para mantener su estabilidad y crecimiento, mientras Canadá y México buscan resolver diferencias y proteger su integración económica.